Productos del mar: ¿Cómo abordar la alimentación chilena con el turismo?

Chile cuenta con caletas de norte a sur, con una despensa marina enriquecida gracias a la corriente de Humboldt.

Desde el Mercado Puerto de Valparaíso, un viaje por los oficios, rostros y paisajes del maritorio chileno reunió la primera muestra fotográfica itinerante denominada «Caletas de Chile: Patrimonio Cultural Costero», dedicada a la pesca artesanal, su gente y al patrimonio cultural, social y económico que representa esta actividad en más de 540 caletas existentes de norte a sur en Chile, 34 de estas ubicadas en la región de Valparaíso.

La muestra se enmarca en el quinto aniversario del Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala (Indespa) y reúne escenas cotidianas de la pesca desde el norte hasta el cabo de Hornos, resultado del concurso convocado en julio por el Instituto.

«Estamos cumpliendo cinco años trabajando en promover iniciativas de fomento y desarrollo productivo, agregación de valor y diversificación productiva en el sector pesquero y acuicultor de pequeña escala, y quisimos destacarlo con esta muestra fotográfica que desde la mirada ciudadana nos invita a reconocer esta actividad productiva, su valor cultural y a incentivar también el turismo y fomentar el consumo de productos de la pesca artesanal», expresó el director nacional del Indespa, Leonardo Llanos Huerta.

En este marco, el Instituto realizó el conversatorio «El mar y sus productos en la alimentación chilena y el turismo», junto con exponentes de la pesca artesanal y del turismo.

Chile cuenta con caletas de norte a sur, con una despensa marina enriquecida gracias a la corriente de Humboldt, y productos como el loco, el piure o el pastel de jaiba son reconocidos a nivel mundial. Sin embargo, el consumo de pescados y mariscos sigue bajo con cerca de 14 kilos al año y nueve de cada diez viajes de turismo de las y los chilenos es fuera del país.

Viaje de saberes y sabores

Pamela Villagra Castillo es directora de La Ruta de los Abastos de la región de O’Higgins, destacada hace unos días por la Revista Time como uno de los cien mejores lugares del mundo a visitar este 2024. Este circuito de turismo gastronómico rural promueve diez rutas de productos, destinos y cocinas, incluida La Ruta de las Algas y Un Día en el Oficio de Marero, junto a algueros y recolectores de orilla de la cooperativa Los Piures en Pichilemu.

«Es una herramienta de desarrollo viable, eficiente, de bajo costo y de gran impacto para los territorios rurales. Nosotros lo primero que hacemos es diversificar la oferta productiva; no podemos producir mejor ni pescar mejores peces, lo que tenemos ya es muy bueno, pero el precio de mercado no es justo. El turismo lo que hace es darle valor agregado a este saber de las comunidades y lo pone en valor a través de la experiencia turística», explica Pamela Villagra.

Para Carlos Castro González, tercera generación de pescador artesanal de la caleta El Membrillo (@sanpe.dro2019) y promotor de la Fogata del Pescador, que en su última versión reunió a cerca de 16 mil asistentes.

«En la caleta siempre tenemos muchas ideas en turismo. En este tipo de eventos puede disfrutar toda la familia; el interés por seguir haciendo cosas así está, pero se requiere de apoyo. La pesca está envejeciendo, es importante la renovación del registro para que el oficio no se pierda, y también que las escuelas vuelvan a visitar las caletas para aprender de sus productos y quehacer», enfatiza Carlos Castro.

Una apuesta en la que coincide Meyling Tang Ortiz, socia fundadora de Tres Peces (@trespeces), el primer restaurante de pesca responsable nacido en Valparaíso.

«Promovemos el turismo gastronómico o turismo azul a partir del trabajo cooperativo y en red con pescadores y pescadoras artesanales, poniendo en el centro el relato, la tradición y la actividad pesquera y acuícola de pequeña escala detrás de cada producto marino que llega a la mesa», explica Meyling Tang.

En la misma línea, Felipe Narbona Muñoz, fundador y director del operador turístico Ecomapu Travel, además de presidente de la Asociación Gremial Barrio Puerto, destaca la oferta desde los barrios y su identidad, como fue el año pasado la celebración del Día de las Calugas de Pescado en el Barrio Puerto o la Ruta Platos con Relato de Turismo Gastronómico por el Barrio Puerto y las visitas junto a pescadores y pescadoras en la Caleta Portales.

«Existe interés por estas experiencias, principalmente en turistas extranjeros, pero tenemos que avanzar en los permisos que faciliten su oferta», subraya Felipe Narbona.

Pamela Villagra confía en que el modelo de turismo gastronómico es el camino: «Estamos recibiendo a norteamericanos y brasileños en un lugar donde no habían llegado, visibilizando los pueblos, lo rural, que es el nuevo lujo de Chile, y los atributos mareros artesanales, de familias de pescadores, oficios ancestrales, que es lo que la gente quiere venir a viajar y a conocer. Estamos diciendo que hay una nueva forma de viajar, que es comiéndose Chile y aprovechando su patrimonio alimentario«.

En la actividad participaron representantes de la Municipalidad de Valparaíso; el secretario regional ministerial (seremi) de Economía, Fomento y Turismo, Marcelo Arredondo; pescadoras y pescadores artesanales de las caletas Portales, Membrillo, Quintay y Juan Fernández; la Mesa de Mujeres de la Pesca Artesanal; representantes del gremio turístico; del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca); de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca); del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP); del Indespa; de la Fundación Capital Azul; docentes de la Universidad de Valparaíso, entre otros asistentes.