Los platos que asociamos a la costa siempre van vinculados con alimentos provenientes de manos campesinas.

Por Meyling Tang, vicepresidenta Fundación Cocinamar.

Un buen curanto necesita, al menos, papas, arvejas, mariscos y un chanchito ahumado… solo para empezar.  Y un loco de origen legal, bien servido en la mesa, siempre va acompañado de papas mayo, salsa verde y lechuga con harto limón. 

¿Qué quiero decir con esto? Que los platos que asociamos a la costa siempre van vinculados con alimentos provenientes de manos campesinas y esa alianza se vio reforzada el pasado 21 de noviembre en Santiago con la firma de un acuerdo de tres ministerios que busca operativizar las iniciativas de la agricultura familiar campesina, la pesca artesanal y la acuicultura a pequeña escala.

En oficinas de la sede de FAO Chile, se llevó a cabo una ceremonia para la creación del Comité Ejecutivo Interministerial de Sistemas Alimentarios y Gastronómicos Rurales. La actividad estuvo encabezada por el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela; la subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo; el subsecretario (s) de Salud Pública, Fernando Reyes; el subsecretario (s) de Pesca, Javier Rivera; el Subdirector General y Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, el director nacional de INDESPA, Leonardo Llanos y la Representante Regional Adjunta de FAO, Eve Crowley.

Tal como explicaron durante las exposiciones, el trabajo -que se enmarca en la Estrategia de Soberanía y Seguridad Alimentaria de la cartera- también estará orientado a diagnosticar e identificar cinco zonas de intervención que permita desarrollar un plan de trabajo mancomunado que aborde las brechas en la ruralidad en torno a cinco pilotos, mejorando las condiciones para la habilitación, diversificación de productos, comercialización, y el aumento del consumo por diversos canales.

En la ocasión, también se organizó una Feria de pequeños productores llamada Abrazo Campo Mar, que permitió conocer los alimentos listos para consumir y formatos tan interesantes como el cochayuyo deshidratado de Algueros de Navidad, Región de O´Higgins o las algas que siembran en  la costa de Caldera, Carolina Muñoz y José Avilés,  como  gracilaria (pelillo), chicorea  de mar y liquen gomoso (Chondrus crispus), con el que agregan valor produciendo snack para mascotas, y un deshidratado natural que al ser procesado es usado para distintos alimentos y bebidas.

Desde Cocinamar valoramos este encuentro que busca conectar a los ministerios que tienen injerencia en sistemas alimentarios y generar esos pilotos en territorio nacional que permitan acercar el campo, la pesca y la acuicultura a nuestras mesas.

En esta misma línea, hace un par de semanas estuvimos en el Archipiélago de Chiloé desarrollando un programa de capacitaciones que hemos llamado “Mi primera pescadería” enfocado en entregar herramientas para mejorar la comercialización de alimentos azules elaborados por mujeres del mar que es apoyado por WWF Chile y Mujeres contra la Corriente.

Realizamos talleres en Ancud y Castro para mostrar ejemplos prácticos de cómo podemos llegar con pescados y mariscos a los hogares, nuevos formatos y modelos de negocios de pequeña escala como el sistema por suscripción de venta de pescado a domicilio Aquí hay pescado (www.aquihaypescado.cl) que funciona en Valdivia o la pescadería móvil sobre ruedas de Tres Peces que abastece a restaurantes en la zona central (www.trespeces.cl).

Es un buen primer abrazo del campo y mar para el cierre de este 2024.